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lunes, 30 de septiembre de 2019

Granada.

Granada.
Patio de la Alberca (Alhambra). 
Litografía de 1850. Dibujo del natural de Parcerisa. Procede de la obra, 
Recuerdos y Bellezas de España, 1839 – 1872, 12 tomos. 
Tomo del Reino de Granada, Francisco Javier Parcerisa.

Granada.
Patio de los Arrayanes.

El Patio de los Arrayanes se ha llamado de diversas formas a lo largo del tiempo. La actual denominación (al igual que la de Patio de los Mirtos) se debe a los macizos de arrayanes (o mirtos) cuyo color verde vivo contrasta con el piso de mármol blanco del patio, y que rodean al estanque central. También se le llamó Patio del Estanque o de la Alberca, precisamente por este estanque, de 34 metros por 7,10 metros, que divide el patio longitudinalmente y se abastece de agua gracias a dos pilas de mármol situadas en cada extremo. A ambos lados del patio se encuentran dos naves de aposentos y, en los lados menores, se levantan unos pórticos, sostenidos por columnas de capiteles cúbicos, de siete arcos semicirculares adornados con rombos calados e inscripciones de alabanza a Dios. El arco central es mayor que los otros seis, y presenta enjutas macizas con decoración de ataurique y capiteles de mocárabes. 

La galería sur tiene en sus extremos alacenas con vasares de mocárabes y la siguiente leyenda: «La ayuda y la protección de Dios y una victoria espléndida para nuestro Señor Abu Abd' Allah, emir de los musulmanes». La inmensa mayoría de las inscripciones que aparecen en este patio son loas a Dios o al emir. Las dependencias que existían en este pórtico sur fueron parcialmente demolidas para construir el Palacio de Carlos V. En la planta superior, sobre un corredor, encontramos una galería de seis arcos y dintel más elevado en el centro, con zapatas de madera, escalonadas y cubiertas de ataurique, con celosías de fines de siglo XIX. 

Como ya hemos indicado con anterioridad, existen distintas habitaciones que han desaparecido pero de las que se han encontrado indicios que nos permiten saber que existieron. El derribo de estas estancias ha hecho crecer la leyenda de que el emperador Carlos V destruyó el palacio de invierno de la Alhambra para edificar el suyo, aunque diversos estudiosos, si bien no se han puesto totalmente de acuerdo en qué era lo que había en aquellas habitaciones, sí coinciden en señalar que no existe ningún indicio de la existencia de ese palacio de invierno. 

Las naves laterales eran utilizadas como residencia de mujeres. En la planta baja existen varias puertas que conectan (o conectaron) con distintas dependencias. La decoración del patio en esta galería, excepto el zócalo de azulejos se rehizo durante el siglo XIX, adornándola como el pórtico opuesto. 

En la parte superior de la galería norte, tras la que se alza la Torre de Comares, existe un parapeto con dos pequeñas torres laterales, que se rehicieron en 1890 al arder el techo de esta galería y el de la sala siguiente. Los extremos de la galería presentan alacenas con arcos, cúpulas y vasares de mocárabes, sobre un zócalo de azulejos de finales del siglo XVI, el cual presenta una inscripción en su parte superior correspondiente a un poema de Ibn Zamrak, en honor de Mohamed V tras la conquista de Algeciras en 1368.
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