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martes, 12 de octubre de 2021

Ávila.

Ávila.
Albert Decaris. 
Toros Grabado  h. 1950. Col. Jose Luis Pajares.

viernes, 22 de enero de 2021

Ávila.

Ávila.
Campesinos de Ávila.
Cuadro de Valeriano Domínguez Bécker.
Todocolección.
Ávila.
La fuente de la ermita (Costumbres del Valle de Amblés en la provincia de Ávila)
1867. Óleo sobre lienzo.
Museo del Prado.

Escena ambientada en la romería de la ermita de la Virgen de Sonsoles, en el Valle de Amblés, Ávila. Sobre la obra el autor comenta: "Representa un grupo de lugareños [del Valle de Amblés, Ávila] deteniéndose a beber en el milagroso manantial próximo al santuario término de su romería".

En el incendio declarado el 10 de marzo de 1872 en el edificio del Ministerio de Fomento, sede del Museo Nacional de Pintura y Escultura, el cuadro sufrió daños considerables. A resultas de su restauración quedó suprimida la ermita ante la que se desarrolla la escena. La composición original es conocida a través de la estampa de José Severini (1868). (Texto extractado de: Pintura del Siglo XIX en el Museo del Prado. Catálogo General, Madrid: Museo Nacional del Prado, 2015, pp. 154-155).


martes, 8 de septiembre de 2020

Ávila.

Ávila.
Iglesia del Convento de Santa Teresa h. 1870.
Joaquín Sierra.
 Xilografía a partir de fotografía de Jean Laurent.
Ávila.
Iglesia del Convento de Santa Teresa.

La iglesia, levantada sobre la casa natal de Teresa de Cepeda y Ahumada, forma conjunto con el convento carmelitano. Por debajo, la gran cripta abovedada de enterramientos, actual museo teresiano y única dentro de la arquitectura religiosa española. Dirigidas las obras por el arquitecto carmelita Fray Alonso de San José, se inician en 1629, inaugurándose el 15 de octubre de 1636.

En el más puro estilo Barroco Carmelitano, la iglesia tiene planta de cruz latina con nave central y capillas laterales, cuatro por banda. Con el Altar mayor al NO, no sigue la orientación litúrgica establecida, alteración que responde al hecho de hacer coincidir el presbiterio con los aposentos donde nacería Teresa de Jesús. En el brazo derecho del crucero se abre el acceso a la capilla de Santa Teresa, coincidente con estancias de la residencia paterna, y, enfrente, la "huertecilla donde la Santa hacía sus ermitas".

La fachada, planteada a manera de retablo, se organiza en tres cuerpos, destacando la imagen de la Santa, en mármol, y los escudos de los Cepeda y Ahumada, la Orden de los Carmelitas descalzos, el del Conde Duque de Olivares, el de Intendencia y el de Doctora de la Iglesia

En el interior, notorio es el conjunto escultórico, obra de Gregorio Fernández (S.XVII) y de su taller.

En la misma plaza, se encuentra la Sala de las Reliquias y una pequeña tienda de recuerdos

En 1886, iglesia y convento son declarados Monumento Histórico.

Información extraído de este enlace: http://www.avila360.es/que-ver/convento-de-santa-teresa

viernes, 29 de mayo de 2020

Ávila.

Ávila.
Escenas Populares en 1867.
Los Quintos en Ávila.
Dibujo del señor Becquer.
Ministerio de Cultura.

Se llamaba quintos a los jóvenes que al cumplir la mayoría de edad se iban a hacer el servicio militar. Aunque el servicio militar ha desaparecido en España, en muchos lugares los quintos se han convertido en una tradición festiva, por la que los jóvenes, al cumplir la mayoría de edad, hacen una especie de fiesta para recordar a los antiguos quintos.

En la actualidad, también se llama quintos a los alumnos aspirantes del Colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada de Valdemoro durante su primer año en el Colegio; en el segundo año se los denomina "polillas".

Se puede considerar también como un “Rito de paso” que abunda en las culturas indígenas al cumplir la mayoría de edad.

El nombre proviene de la contribución de sangre u obligación de servicio militar que Juan II de Castilla (1406-1454) impuso durante su reinado, según la cual uno de cada cinco varones debía servir en el ejército,1 disposición que Felipe V retomó en 1705

Aunque desde años ya no van a la mili, en la localidad se sigue manteniendo la tradición de medir y pesar a los quintos. Es lo que se llama "tallar". Castilla y León y Castilla-La Mancha, tienen como tradición los quintos talar un árbol verde y sin desbrozarlo colocar el mayo (así se llama el árbol talado para esta tradición) en la plaza del pueblo o delante de las casas de las jóvenes solteras.
Texto extraído de este enlace: https://es.wikipedia.org/wiki/Quintos


lunes, 13 de enero de 2020

domingo, 27 de octubre de 2019

Ávila.

Ávila.
Vista de las murallas de Ávila sobre 1960.
Todocolección.
Ávila.
Vista de las murallas de Ávila.
Google Earth.


domingo, 25 de agosto de 2019

Salobral (Ávila).

Salobral (Ávila).
Labradoras del Valle de Ambés.
Valeriano Domínguez Bécker /Rico 1870.
Castellanas de Salobral.
Hemeroteca Municipal de Madrid.

Los trajes llamativos y originales de la mujer abulense definen el carácter propio de la provincia castellana,a la vez que son una imagen expresiva y pintoresca de gran valor artístico.



jueves, 22 de agosto de 2019

El Hornillo (Ávila).

El Hornillo (Ávila).
Aldeanos a la salida de la Iglesia de San Juan Evangelista y Plaza.
Sin datar.
El Hornillo (Ávila).
Iglesia de San Juan Evangelista.
Calle San Juan Evangelista.
Google Maps.


miércoles, 10 de abril de 2019

Guisando (Ávila).

Guisando (Ávila).
Niños de la localidad de Guisando sobre 1920.
Todocolección.


domingo, 6 de mayo de 2018

Ávila.

Ávila.
Fuente del Pradillo ca. 1920.
Todocolección.
Ávila.
Fuente del Pradillo 


lunes, 5 de junio de 2017

Ávila.

Ávila.
Monasterio de la Encarnación sobre 1940.
Ávila.
Monasterio de la Encarnación  ca.2017.
Paseo de la Encarnación.
Google Maps.
Ávila.
Coro alto con la Virgen de Clemencia.
Fotografía: Nicolás Gonzalez.
Gran informacón en el enlace siguiente:

El Monasterio de la Encarnación se funda en 1478 en el interior de la ciudad amurallada, siendo a principios del S.XVI cuando el convento carmelita se traslada a las afueras de la ciudad, construyéndose el monasterio sobre unos terrenos adquiridos al Cabildo y que, anteriormente, había sido el cementerio judío.

El 4 de abril de 1515, día en que la Santa fue bautizada, se inaugura, aún sin concluir, el monasterio, configurado con cuatro naves que cierran un patio central, con claustro de dos plantas. A finales del S.XVI, la celda que ocupó Teresa de Jesús se destina a oratorio, ideándose construir una capilla, la cual no quedará inaugurada hasta 1717. La configuración actual de la capilla de la Transverberación es a base de cuatro arcos torales y cúpula de media naranja.

En el XVIII se transformó el interior de la primitiva iglesia dentro de una estética barroca. La planta es de cruz latina, con una sola nave cubierta con bóveda de cañón y cúpula con pechinas y linterna. Altares y retablos pertenecen también al gusto barroco. En la fachada meridional del monasterio destaca la gran espadaña, obra de 1715.

Este Monasterio es uno de los lugares esenciales de la vida de Teresa de Ávila, donde permaneció casi ininterrumpidamente desde 1535 hasta 1574. Cuando Teresa de Cepeda, sin permiso paterno, ingresa en la Orden del Carmen, el monasterio era uno de los más poblados de la ciudad. Contaba con un número muy elevado de bienes, y al igual que en otros muchos, la vida de convento no era rigurosa, existiendo diferencias sociales muy acusadas entre las monjas. En La Encarnación recibe los consejos de Francisco de Borja, de Juan de la Cruz y de Pedro de Alcántara, y desde aquí se preparará la Reforma del Carmelo.

El Convento alberga un museo teresiano. Una de las obras más sobresalientes es un dibujo realizado por Juan de la Cruz que representa a Cristo en la Cruz.

Fue declarado Monumento Nacional en 1983.

Ávila.

Virgen  de Clemencia.
Fotografía: Nicolás Gonzalez.


domingo, 19 de marzo de 2017

Ávila.

Ávila.
Plaza de Santa Teresa sobre 1957.
Todocolección.
Ávila.
Plaza de Santa Teresa ca.2017.


martes, 21 de febrero de 2017

Ávila.

Ávila.
Calle de la Muerte y de la Vida ca.1925.
Todocolección.
Ávila.
Calle también conocida como Cruz Vieja ca. 2017.
Google Maps.

Se la conoce también como calle de la Cruz vieja por la cruz de madera colocada en el exterior de una capilla funeraria de la catedral.

En el siglo XVI los nobles empiezan a tomar por costumbre citarse en este punto para batirse en duelo, de ahí que se empiece a llamar calle de la muerte y la vida. Vasco de Zarza, que se encontraba trabajando en el claustro de la catedral, decidió hacer una alegoría de la vida y de la muerte . Esta representada encima de la ventana. Aquí podemos ver a una mujer que simboliza la vida y a sus pies una calavera, representando a la muerte. En ocasiones los duelos eran por asuntos amorosos, por eso debajo de la calavera vemos un joven tumbado simbolizando que “ la muerte impide el romance”.


jueves, 9 de febrero de 2017

Ávila.

Ávila.
Iglesia de San Pedro ca. 1939.
Todocolección.
Iglesia de San Pedro.
Plaza Santa Teresa ca. 2017.

Retablo del interior de la Iglesia.
Imagen de San Pedro.

La Iglesia de San Pedro de Ávila se encuentra situada fuera de las murallas, justo enfrente de la Puerta del Alcázar, en la plaza del Mercado Grande. La antigua iglesia era de pequeñas proporciones cuando en los inicios del segundo tercio del siglo XII comenzó la construcción del templo que perdura hoy día. Apenas existen documentos referentes a esta iglesia; la primera es una relación de parroquias de 1250. En 1914 fue declarado Monumento Nacional.




lunes, 9 de enero de 2017

Ávila.

Ávila.
Arco del Rastro en 1912.
Edición: Lucas Martin.
Todocolección.
Ávila.
Arco del Rastro ca.2017.
Paseo del Rastro.
Google Maps.


miércoles, 3 de agosto de 2016

Las Hervencias o Fervencias de Ávila.

Crónica Negra de España 17:
Las Hervencias o Fervencias de Ávila.


Las Hervencias o Fervencias de Ávila fueron una masacre supuestamente cometida en 1111 por orden de Alfonso I de Aragón contra un grupo de 60 rehenes que la ciudad castellana de Ávila le había entregado en garantía de paz durante el transcurso de la guerra que el rey mantenía con su mujer Urraca I de León.

Las Hervencias o Fervencias de Ávila.
"PUERTA POR DONDE SALIERON LOS REHENES SACRIFICADOS POR ALFONSO I DE ARAGÓN" (de la Malaventura) 
El arco llamado de "La Malaventura", en recuerdo de este episodio, está semitapiado dejando una entada rectangular. Los merlones varían de un lienzo a otro. Bajo la muralla antiguas casas del atrio de San Isidro y restos del antiguo matadero.
Foto López Beaubé. Imagen del Diario ABC, 1928. Numero extraordinario..
Archivo José Luis Pajares.

En tiempos modernos, la autenticidad de estos hechos fue puesta en duda o negada, sin que hasta la fecha pueda saberse con certeza si el episodio fue real o legendario.
En su avance militar por Castilla y León, Alfonso de Aragón envió a Ávila a sus emisarios Jaime Ruiz y Arbal de la Puebla con la misión de conseguir la fidelidad de la ciudad a la causa aragonesa agasajando a sus autoridades. Los enviados fueron recibidos por Blasco Jimeno, gobernador de la plaza tras la muerte de su hermano Nalvillos Blázquez, y por Jimena Blázquez, que ejercía la alcaidía del alcázar en ausencia de su marido Fernán López Trillo; la respuesta de los avileses fue que reconocerían por rey a Alfonso de Aragón sólo si se reconciliaba con Urraca, pero si intentaba atacar al infante Alfonso Raimúndez le tendrían por enemigo. Poco después el infante fue trasladado por sus tutores desde su alojamiento en Simancas a la seguridad de Ávila.

Las Hervencias o Fervencias de Ávila.
España en el año 1150.

Ábside de la catedral de Ávila, entre cuyas almenas asomó el infante.
Alfonso de Aragón, llegado con sus tropas frente a las murallas de Ávila, recibió la falsa noticia de que el infante había muerto de enfermedad y envió un mensaje a Blasco Jimeno para la entrega de la plaza, pero éste contestó que el infante vivía; para comprobar que el gobernador decía la verdad, acordaron bajo juramento que el rey con seis de sus caballeros entrarían en la ciudad, y que en garantía de su seguridad sesenta abulenses marcharían al campamento aragonés en calidad de rehenes, que serían liberados al regreso del rey.
Sin embargo Alfonso de Aragón no llegó a cruzar las puertas de Ávila; desde el pie de la muralla, junto a la puerta del Peso de la Harina, solicitó ver al infante; los de Ávila, recelosos de este cambio de planes, hicieron subir al infante al cimorro de la catedral, entre cuyas almenas fue visto y saludado por el aragonés. Enfurecido con la actitud de los abulenses, el rey de Aragón se retiró a su campamento y ordenó matar a los rehenes y freir en aceite sus cabezas; desde entonces el paraje donde tuvo lugar este hecho, al noreste de Ávila, se conoce como "Las Hervencias".
Indignado el concejo de Ávila con la falsedad de Alfonso de Aragón e incapaz de presentar batalla a su ejército por falta de efectivos, acordó enviar un caballero a retarle. Blasco Jimeno acompañado solamente por su sobrino Lope Núñez salió tras él, y dándole alcance en Cantiveros le reprochó su conducta y le desafió a un duelo, pero en vez de aceptar el reto el rey mandó a sus ballesteros matar a ambos. Castellanos y aragoneses comenzaron entonces un pleito legal para dirimir la responsabilidad del aragonés en faltar a su palabra y la de los abulenses en retar a un rey; para su resolución solicitaron la intermediación del rey de Francia Luis VI, que nombró como jueces a Guillén Malato de Sansoña y a Charles Loaysa de Angulema, "sentenciadores de las causas e acaescimientos de desafio e reptos", quienes sentenciaron uno a favor del rey, y otro de los abulenses.

Las Hervencias o Fervencias de Ávila.
Alfonso I el Batallador, rey de los templarios.

El episodio de las Hervencias no se menciona en las crónicas antiguas, desde la Historia compostelana del siglo XII que narra las vicisitudes del obispo Gelmírez, hasta el Chronicon mundi de Lucas de Tuy, la Historia gótica de Rodrigo Jiménez de Rada o la Estoria de España de Alfonso X, todas del s. XIII. El primer relato escrito de los hechos surgió a principios del s. XVI recopilado por Gonzalo de Ayora3 y repetido por Gonzalo Fernández de Oviedo4 y Antonio de Cianca.5 Sin embargo fue el benedictino Luis Ariz1 el principal propalador de esta historia, cuando en 1607 la incluyó en su "Historia de las grandezas de la ciudad de Ávila" como si fuera la transcripción de los escritos del obispo Pelayo de Oviedo; de aquí lo tomaron autores posteriores a lo largo del s. XVII.6 7 8 9 A finales de este siglo el aragonés Pedro Abarca negaba toda la historia como calumniosa para la memoria del rey Alfonso de Aragón10 y Manuel Risco tachaba a Ariz de fabulista,11 pero todavía tendrían que pasar cien años hasta que la crítica hiciera mella en la tradición.

Las Hervencias o Fervencias de Ávila.
En el escudo de Ávila, el infante Alfonso asoma por el cimborrio de la catedral.

En septiembre de 1866 el periódico El Pensamiento Español publicaba la historia de las Hervencias, como complemento a la noticia de la visita de la reina Isabel II y del infante Alfonso al cimorro de la catedral de Ávila. A la semana siguiente el catedrático y académico de la historia Vicente de la Fuente escribía una carta al periódico en la que calificaba esta tradición como "una fábula ridícula, calumniosa e inverosímil, mal forjada en el s. XVI por un falsario tan torpe como ignorante", y poco después el senador e historiador abulense Juan Martín Carramolino replicaba por el mismo medio considerando el episodio como "un suceso real, efectivo, verdadero, que constituye una de las más gloriosas páginas de la historia de Ávila".
A lo largo de las semanas siguientes ambos se enzarzaron en una contienda histórico-literaria cargada de argumentos eruditos por ambas partes: Carramolinos mencionaba como hechos probatorios de la veracidad de la historia el nombre de la Puerta de Malaventura por la que salieron los rehenes, que estuvo cerrada durante varios siglos; la cruz del reto y la ermita erigidas en el lugar donde murieron Blasco Jimeno y Lope Núñez, por quienes anualmente se celebraba una misa; los topónimos de Blascojimeno y Sobrino, nombrados así en homenaje a los fallecidos; el escudo de armas de Ávila otorgado por Alfonso VII14 en recuerdo de los hechos; y los varios privilegios que los descendientes de los participantes consiguieron de reyes posteriores.

Para De la Fuente había otros tantos hechos que negaban la autenticidad de la masacre: el cimborrio de la catedral de Ávila no se construyó hasta 1160; los documentos a los que hacía referencia Carramolinos no aparecían; la cruz del reto había sido erigida muy posteriormente (en 1517) sobre una tradición infundada; el infante Alfonso nunca había estado en Ávila15 ni tenía sentido que en el contexto de la guerra hubiera sido llevado allí por sus tutores, como ya antes había apuntado Modesto Lafuente;16 y en general toda la historia tenía un aire de novela caballeresca más que de hecho histórico, como años después confirmaría Marcelino Menéndez Pelayo.17

La controversia terminó sin que ninguno de los contendientes pudiera haber convencido al otro de la autenticidad o falsedad de la historia de las Hervencias, y así los historiadores avileses siguieron recogiéndola en sus crónicas, con más o menos espíritu crítico, hasta nuestros días.

Las Hervencias o Fervencias de Ávila.
Conocido con Cruz del Reto se levantó en 1517 para conmemorar el legendario reto del noble abulense Blasco Jimeno al rey de Aragón Alfonso I, el Batallador, que tuvo lugar en el año 1116. Alfonso I, consorte de la reina Urraca de Castilla, tras la disolución de este matrimonio, pretendió, por la fuerza, la anexión del reino de Castilla. Con tal propósito, al frente de su ejército, se presentó ante los muros de Ávila para negociar la entrega de la ciudad pero al no conseguir su propósito asesinó como represalia a un numeroso grupo de rehenes (sesenta para unos, cien para otros). Tras marchar Alfonso I hacia el norte de Castilla, enviado por Ávila, le salió al paso el caballero Blasco Jimeno proponiéndole un reto como desagravio. Alfonso I no aceptó el duelo ordenando a sus arqueros que lo diesen muerte.


jueves, 4 de septiembre de 2014

Las Navas del Marqués (Ávila)

Glorieta de Cristo y calle Principal - año 1969.
Se observa la Ermita del Santísimo Cristo de Gracia.
Calle Aniceto Marinas ca. 2014.

Vista de la Fachada en otra posición.
Interior de la ermita-Retablo principal.
Capilla del Cristo de Gracia.

La ermita del Santísimo Cristo de Gracia, situada en medio de la población, puede remontarse a finales del siglo XV. Fue erigida a instancias del gremio-cofradía de los ganaderos bajo la advocación del Cristo de Gracia, convertido luego en patrón de Las Navas.
Con mezcla de varios estilos, se considera que la primitiva Ermita puede ser de finales del siglo XV, aunque existe una lápida dedicada a la Virgen María por la juventud de Las Navas, fechada en 1.553
Dotada desde muy antiguo de fundaciones y capellanías, se afirma que fue erigida a instancias del gremio-cofradía de los ganaderos bajo la advocación del Cristo de Gracia, convertido luego en Patrón de la Villa.
El escultor Anicero Marinas realizó, e hizo donación, en 1.948, de la artística imagen que, desde su capilla, es sacada en procesión durante las fiestas patronales y a la que lugareños y visitantes rinden fervosa devoción.
Las obras de ampliación llevadas a cabo entre 1.978 y 1.981, supieron respetar, fielmente, el vivo recuerdo de los naveros por su tradicional Ermita del Cristo de Gracia.
Información extraída de este ENLACE.


sábado, 18 de enero de 2014

domingo, 11 de noviembre de 2012

Avila

                                         Calle San Segundo,sobre 1880.
                                         Calle San Segundo,sobre 2012.