Vista parcial del puerto en 1993.
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miércoles, 10 de abril de 2024
miércoles, 7 de julio de 2021
Valencia.
Cuadro de Valencia en 1993.
Catedral de Santa María.
Técnica puntillado en tinta china.
Artista: Mimopri (Miguel Molero).
viernes, 15 de mayo de 2020
Gustavo Romero Tercero, conocido como “El Asesino de Valdepeñas”
Crónica Negra de España 106:
Gustavo Romero Tercero, conocido como “El Asesino de Valdepeñas”, es un asesino y agresor sexual en serie español.
3 asesinatos, 2 agresiones sexuales y 1 robo con intimidación.
Periódico La Vanguardia.
Nació en el año 1971 en Valdepeñas, está divorciado y tiene dos hijas de ese matrimonio. Actualmente está encarcelado cumpliendo una condena de 103 años por los crímenes de los que fue encontrado culpable gracias a la denuncia de su ex-mujer.
Los hechos que se describen a continuación pertenecen al propio relato de Gustavo Romero Tercero durante su juicio:
En la noche del 18 de junio de 1993, Gustavo Romero Tercero abordó a Ángel Ibáñez y Sara Dotor, cuando éstos se disponían a marcharse del Parque de Valdepeñas, donde antes había estado merodeando a su alrededor y esgrimiendo una navaja con la intención expresa de robarles, los obligó a dirigirse a una zona próxima a la vía férrea Madrid-Cádiz, que bordea el Parque. Una vez en la zona, solitaria y poco iluminada, exigió a Ángel y Sara que le dieran el dinero que tuvieran, mientras apoyó la navaja en el cuello de Ángel, quien le dio su cartera confiando en que así terminaría el incidente.
Sara Dotor y Ángel Ibáñez ,victimas de Gustavo Romero en 1993.
Gustavo Romero Tercero se sintió descubierto en su identidad al decirle Sara que lo conocía, por ser el sobrino de la jefa de su hermano, bien porque no quería dejar testigos de la sustracción, bien porque ya había proyectado con anterioridad la agresión sexual, comenzó de repente a apuñalar a Ángel con gran violencia en el tórax y en el brazo izquierdo, mientras éste intentaba defenderse. Tras las primeras puñaladas, Ángel trató de huir mientras el procesado continuaba asestándole navajazos, incluso cuando ya se encontraba inerte en el suelo.
Entretanto Sara, quien no podía hacer nada para evitar la agresión a su novio, trató de huir a lo largo de la valla que delimita la vía férrea, corriendo en dirección a la estación. El procesado salió corriendo tras ella, alcanzándola cuando había recorrido unos 87 metros y le propinó una cuchillada en la parte posterior del cuello que le produjo la inmediata caída de bruces. El procesado dio la vuelta a Sara, colocándola boca arriba, sobre el ligero talud que forma la plataforma de la vía con su borde exterior y, tras despojarla de sus ropas, realizó diversos tocamientos y abusos que provocaron varias heridas y contusiones en el cuerpo de la joven, que estaba inmovilizada y aterrorizada en el suelo. Tras los abusos, descargó en el tórax de la joven una rápida sucesión de puñaladas que le provocaron la muerte.
Posteriormente, Gustavo Romero Tercero se llevó parte de las ropas de Sara, las que arrojó al río Jabalón, sin que se hayan podido recuperar. Camino de su domicilio, se deshizo de la navaja arrojándola a una noria existente en una huerta, situada a unos cien metros del que entonces era su domicilio.
Gustavo Romero,una vez detenido.
Se marchó de su casa el día 23 de junio de 1993, con destino a Las Palmas de Gran Canaria. El sumario fue reabierto el 8 de agosto de 2003 por las declaraciones prestadas por la entonces esposa del procesado, que fue detenido el día 9 de octubre de 2003.
La audiencia condenó a Romero Tercero a 30 años de reclusión mayor, por cada uno de los delitos de asesinato, así como a 12 más por agresión sexual y otros cuatro años, dos meses y un día de prisión menor por robo.
El Tribunal absolvió al acusado de un delito de violación, que le imputaban las acusaciones particulares y le impuso la prohibición por un tiempo de 10 años de volver a la localidad de Valdepeñas, además de condenarle a indemnizar a los familiares de las víctimas con 900.000 euros. El delito de robo había prescrito.
Gustavo Romero declarando en sede judicial 2005 (Atresmedia).
Rosana Maroto Quintana:
Tras ser detenido por “el crimen de los novios”, Gustavo Romero Tercero se declara autor del crimen perpetrado contra Rosana Maroto Quintana Romero afirmó que, tras cumplir la primera parte de su jornada de trabajo como cocinero para el personal de un club de alterne situado en la N-IV, pasadas las 16.30 horas del 25 de junio de 1998, como hacía en muchas ocasiones salió a conducir por los caminos cercanos, ya que evitaba hacerlo por carreteras al no tener el carné.
Según declaró, cuando iba a velocidad muy alta adelantó a la joven, que se dirigía a la zona de El Peral, en Valdepeñas, en bicicleta, cayendo ésta al suelo. Él se paró para comprobar qué había pasado, pensando que la chica estaba muerta, dado que no respondía a sus acciones para reanimarla. Explicó que ante el miedo que tenía de que a partir de lo sucedido, si decía lo que había pasado, se descubrieran los crímenes de los novios, decidió tirar el cuerpo a un pozo cercano.
En principio, se dirigió a un pozo situado en la finca "Casa Rabadán", pero al ver que había vehículos y animales, sólo tiro la bicicleta de Rosana. A continuación, se encaminó a la finca "Casa Torres", abriendo el maletero, donde había depositado el cuerpo, quitándole una zapatilla e intentando sacarle el pantalón corto que llevaba, comprobando que la chica reaccionaba y preguntaba qué estaba pasando y qué es lo que había ocurrido. A continuación la llevó a la casa, donde según agregó, se desató una discusión entre ambos, ya que la joven quería que le devolviera la bicicleta, mientras Romero le ofreció llevarla a Valdepeñas en su coche y entregarle su propia bicicleta, lo que Rosana no aceptaba de ninguna manera.
Romero agregó que pasados unos minutos, volvieron las discusiones por el tema de la vuelta a Valdepeñas y en ese momento, con el recuerdo de las muertes de los dos novios en la cabeza, decidió matarla, por lo que la agarró primero con la mano izquierda del cuello y luego con la derecha, hasta estrangularla.
El asesino reconoció que Rosana se defendió durante unos instantes y que cuando vio que ya no le golpeaba con las manos y los pies, la dejó caer. Luego regresó al coche, cogió el cordón de la zapatilla y lo anudó al cuello de la mujer, para cerciorarse de que quedaba sin vida antes de abandonar el cadáver en el pozo.
Sus restos fueron encontrados en 2003 en un pozo próximo al Camino de Carreta, entre El Peral y la A-IV, cerca del barrio de Consolación, al que condujo Romero Tercero tras haberse encontrado restos de su ADN en la mochila que apareció años atrás a pocos kilómetros de este pozo. También está cerca del lugar el pozo en que se halló la bicicleta de la joven en el año 2000.
Los GEOS y la policía científica trabajaron en el rescate y en la identificación de los restos.
El día del entierro de Rosana Valdepeñas se vistió de luto y las banderas estuvieron a media asta.
Rosana Maroto Quintana
Periódico Lanza,diario de la Mancha.
El Tribunal le sentenció a 25 años de prisión mayor por asesinato con los agravantes de alevosía y ensañamiento y a 12 años de prisión mayor por agresión sexual. La sentencia prohíbe a Romero regresar a Valdepeñas y comunicarse con los familiares de la víctima durante cinco años, medida cuyo cumplimiento comienza cuando el condenado obtenga su primer permiso penitenciario, libertad condicional o liberación definitiva. También le condenó a indemnizar a la familia con más de 360.000 euros, mientras que el Tribunal le absolvió de un delito de detención ilegal como le imputó la acusación particular. A preguntas de la acusación particular, Romero dijo que matar a Rosana "no fue fácil, sobre todo por las dificultades morales".
Información extraída de este enlace: https://es.wikipedia.org/wiki/Gustavo_Romero_Tercero
lunes, 17 de julio de 2017
Juan Manuel Valentín Tejero.
Crónica Negra de España 40:

En la madrugada del jueves 25 de de junio de 1992, desapareció la niña de nueve años Olga Sangrador Caballo, de Villalón de Campos (Valladolid). Era la menor de los tres hijos de Domingo Sangrador y Encarnación Caballo, un matrimonio que poseía un mesón en el pueblo.
Olga Sangrador y su asesino Juan Manuel Valentín.
Foto: N. Nozick.
Olga salió de su casa la tarde del día 25, acompañada por unas amiguitas, para ir a la verbena del pueblo, ya que se celebraban las fiestas patronales de San Juan y San Pedro. A la una y media de la mañana Olga, que siempre volvía a casa a las diez de la noche, dijo a sus amigas que se marchaba porque era muy tarde y sus padres le iban a reñir. Sobre esa hora, dos vecinos afirmaron haberla visto con un hombre "moreno, alto, delgado y bien vestido".
Cuando se confirmó su desaparición, se inició de inmediato una operación de búsqueda, y unos cincuenta guardias civiles apoyados por un helicóptero y perros adiestrados comenzaron a peinar un área de unas 7.000 hectáreas de terreno intentando localizarla, mientras voluntarios de Cruz Roja y Protección Civil hicieron lo mismo en alcantarillados, pozos y acequias.
Olga Sangrador Caballo en el día de su comunión.
Foto: N. Nozick.
Gracias a una pista proporcionada por un radioaficionado, la Guardia Civil procedió a la detención del presunto secuestrador de la niña, que había sido visto la noche de la desaparición en la Plaza Mayor de Villalón, mientras disfrutaba de un permiso carcelario de seis días, concedido por el juez de vigilancia penitenciaria Ignacio Sánchez Illera 1, -tras una profunda reflexión de ocho meses, y en contra de la opinión de la psicóloga de la cárcel-. Se trataba de Juan Manuel Valentín Tejero, vecino del barrio de La Victoria, que cumplía condena en la cárcel de Villanubla por dos violaciones, abuso sexual a menores, exhibicionismo y robo.
Sin embargo, Pascual Sala Sánchez, presidente del Consejo General del Poder Judicial, manifestó posteriormente que Valentín Tejero no tenía antecedentes por violación, sino por abusos deshonestos.
El juez de guardia de Valladolid, Manuel García Castellón, se trasladó con el sospechoso a Villalón, en donde se llevó a cabo una rueda de reconocimiento secreta -se dijo que para evitar que los vecinos intentaran linchar al sospechoso- en un hotel de dicha localidad.
Foto: N. Nozick.
Se trata del mismo juez instructor al que Pedro Luis Gallego Fernández -el violador del ascensor-, en la vista oral del juicio por el asesinato de Leticia Lebrato, en junio de 1994, acusaría de haberle engañado con falsas promesas para que firmara su declaración declarándose culpable del crimen. Una curiosa coincidencia. Gallego afirmó que el juez le había prometido ingresarle en un centro psiquiátrico en lugar de una cárcel. Este juez instruiría asimismo el "caso Banesto", por el que fue condenado Mario Conde.
Tras cuatro horas de interrogatorio, Valentín Tejero, de 32 años, descrito en la prensa como "un hombre frío y calculador, de los que no se asusta delante de la Policía", se vino abajo y confesó ser el autor del crimen, confesando que la había violado vaginal y analmente, para posteriormente intentar ahogarla. Al no conseguirlo, la golpeó con una barra de hierro en la cabeza. Pero fuentes próximas a la investigación no descarta que se utilizara dicha barra para abusar de la niña "dados los fuertes desgarros que presentaba su cuerpo."
En aquél año 1992 se iba a repetir el argumento de la utilización de una barra para realizar desgarros post-mortem. Lo que pasa es para entonces Valentín Tejero ya estaba en la cárcel. Sería una coincidencia.
Como queda dicho, la pista que condujo a su detención la facilitó un radioaficionado que afirmó haber visto un todo terreno Suzuki de color negro, cubierto de pegatinas, en las inmediaciones del pueblo.
La madre de Olga tuvo que recibir asistencia médica, mientras el padre acompañaba a las fuerzas de seguridad en busca de los restos de su hija.
Encarnación Caballo,madre de Olga Sangrador.
Foto: N. Nozick.
Valentín Tejero había pedido a Olga que le ayudara a colocar unos carteles para un concurso de "caza del zorro" destinado a radioaficionados. La niña accedió a acompañarle hasta el todoterreno, suponemos que para recoger los famosos carteles, pero lo que sucedió es que Tejero la introdujo en su vehículo y se la llevó por la fuerza. Una vez consumado el crimen, volvió a Valladolid, se duchó, y se fue a su quiosco de prensa en el que ayudaba a su madre, en el barrio de la Fuente del Sol.
El cuerpo de Olga apareció el sábado 27 de Junio de 1992, a unos cinco kilómetros de Tudela de Duero -a setenta kilómetros de Villalón-, enterrado a poca profundidad en una zona de difícil acceso de un pinar. Su presunto asesino estuvo presente en el levantamiento del cadáver. El padre de la niña, Domingo Sangrador, comunicó el triste fin de su hijita a los medios de comunicación. El operativo estaba a cargo del jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid, Francisco Javier Galache Antolín.
El análisis forense confirmó que Olga había fallecido al ser golpeada con una barra de hierro en la cabeza, después de que el asesino intentara estrangularla.
La pequeña Olga fue enterrada el domingo 28 de junio de 1992. El funeral fue presidido por el arzobispo de Valladolid.
Valentín Tejero volvió a confesar la autoría del crimen en el juicio que se celebró el nueve de septiembre de 1993. El fiscal solicitó 56 años de prisión mayor, la acusación particular, ejercida por la letrado María Jesús Díez Astraín, 82 años, y la defensa, 30 años. Díez Astraín también solicitada una indemnización de cuarenta millones de pesetas y, en caso de insolvencia del autor del crimen, la responsabilidad subsidiaria del Estado, por negligencia.
Se determinó que los delitos cometidos por el acusado fueron los de rapto, violación, asesinato e inhumación ilegal.
Vecinos de Villalón en muestra de dolor.
Foto: N. Nozick.
Sin embargo, Valentín Tejero negó haber violado a Olga. Sólo recordaba "haber introducido los dedos en sus partes íntimas". Pero es que "tenía la mente en blanco y no sabía lo que hacía". Y se echó a llorar, mientras el público empezó a abuchearle e insultarle.
Si, como Pascual Sala manifestó, Valentín Tejero no tenía antecedentes por violación, negó haber violado a Olga y, además, nunca había matado a nadie... ¿Hubo algún cómplice en el crimen?
Finalmente, la Audiencia de Valladolid condenó a Valentín Tejero a cincuenta años de cárcel por el crimen. Treinta de reclusión mayor por asesinato y otros veinte por los delitos de rapto con violación. Asimismo, se le impuso la pena de destierro de Villalón de Campos hasta pasados seis años desde su puesta en libertad.
Foto en el Juicio en 1993.
Domingo, el padre de Olga, declaraba: "La Ley en España dice que se pueden cumplir un máximo de treinta años y queremos que así sea. No deseamos que empiecen las reducciones de penas y en sólo unos años el criminal esté en la calle. Este tipo de personas tienen que cumplir toda la condena. Mató por placer y tiene que pagarlo."

Juan Manuel Valentín Tejero en libertad tras la doctrina Parot en 2013.
Periodico ABC.
El Tribunal Supremo confirmó el 4 de marzo de 2013 un auto de la Audiencia de Valladolid, dictado en febrero de 2012, por el que se le aplicaba la doctrina Parot, para que no saliera de prisión hasta julio de 2025.
El 21 de octubre de 2013, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos derogó la llamada "Doctrina Parot".
El día 27 de octubre, alarmados ante la posibilidad de que se excarcelara a Valentín Tejero, un millar de personas se concentraron en Villalón de Campos, en un acto organizado por las amigas y vecinas de la niña. Sara Redondo, amiga de Olga, leyó un manifiesto, en el que decía que Valentín Tejero "Nos quitó a Olga de una manera injusta y la hizo sufrir, un sufrimiento que no merecía. Nadie merece algo así, pero es menos justo aún que el criminal que nos la arrebató, sin siquiera arrepentirse, salga aligerado en el cumplimiento de la condena que la justicia entendió que le correspondía"
Valentín Tejero formalizó su petición de libertad al día siguiente de la concentración. El dictamen al respecto, que se conocerá próximamente, será emitido por los magistrados Feliciano Trebolle, Miguel Ángel de la Torre y Fernando Pizarro. El presidente de la Audiencia Provincial de Valladolid, Feliciano Trebolle, precisó que el plazo para que todas las partes -incluidos los padres de Olga Sangrador- presenten alegaciones finalizará el lunes 18 de noviembre de 2013.
Esperemos que, por una vez, prevalezca el sentido común. Aunque lo dudo.
Domingo y Encarnación tuvieron que dejar su empresa de hostelería y jubilarse. Todavía en una entrevista del 13 de febrero de 2004, Encarnación decía que ella y su marido seguían medicados. ¡Doce años después del crimen! ¿Cómo se repara eso, señores legisladores, señores jueces? ¿Qué clase de justicia tenemos?
Encarnación, la madre de Olga, no se lo puede creeer. "Le han puesto cincuenta años, que cumpla los cincuenta años. ¿Y él ahora, tiene derechos? ¿Dónde están los derechos de mi hija?"
Texto,parte de fotos e información extraídas de este enlace: http://lawebdelassombras.blogspot.com.es/2013/11/olga-sangrador-caballo.html
sábado, 15 de abril de 2017
Gilberto Antonio Chamba Jaramillo "El Monstruo de Machala"
Crónica Negra de España 34:
El nuevo asesinato:
Los seis años de aparente tranquilidad para la familia de Chamba, quienes sufrieron de cerca su encierro en el Ecuador, terminaron cuando Gilberto fue detenido el 1.° de diciembre de 2004, acusado de haber violado y asesinado a María Isabel Bascuñana, una estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad de la localidad.
Bascuñana generalmente dejaba su coche estacionado en el parking del cine, pues temía la oscuridad.
La última vez que se la vio con vida fue la noche del 23 de noviembre. Sus padres hablaron con ella a las 22:00 aproximadamente, cuando les indicó que no iba a cenar en casa.
Su cuerpo fue hallado dos días después a pocas calles del cine. Tenía un pañuelo atado al cuello, algunas bolsas de basura trataban de esconder su cuerpo y había sido brutalmente violada.
Entonces surgieron varias hipótesis sobre su muerte. Algunas hablaban de un crimen pasional, otras de venganza, pero sus amigas dieron la clave para atrapar al presunto asesino.
Las pistas que lo delatan:
Dentro de las investigaciones realizadas por la policía española, se pudo recopilar testimonios de las amigas de María Bascuñana, quienes entregaron datos suficientes para que pudiesen detener a Chamba.
Según narraron a los agentes, María les había comentado que Chamba la acosaba sexualmente cuando iba a dejar o a retirar su vehículo del parking del cine. Esa versión fue complementada por las de otras muchachas que indicaron que regularmente Chamba les pedía sus números de teléfono con la excusa de que si llegaba a suceder algo malo con sus coches las llamaría inmediatamente.
En un primer momento Chamba fue detenido únicamente para investigaciones, pues sus compañeros de trabajo, quienes fueron llamados a declarar dentro del proceso, dijeron que no notaron nada raro la noche del crimen y que el ecuatoriano no se ausentó de su lugar de trabajo. Además las versiones de vecinos y conocidos de Chamba, todos a favor del asesino en serie y que daban cuenta de una buena conducta y amabilidad, lo desvirtuaban como el presunto autor de los hechos.
Sin embargo, las pruebas de ADN realizadas en los residuos de esperma encontrados en el cuerpo de la víctima incriminaron directamente a Chamba, quien adujo que la policía creó un complot para acusarlo. Según él los agentes tomaron una muestra de esperma de un preservativo que él había usado y luego los introdujeron en la vagina de María para señalar que él era el culpable.
Realizados los análisis y pruebas correspondientes, la Fiscalía desestimó ese argumento que fue el principal elemento incriminatorio del ecuatoriano, quien recibió una pena de 45 años divididos en 20 años por el crimen de la joven estudiante española María Isabel Bascuñana, otros 12 por su violación, al tiempo que le impusieron otros 13 años por el intento de violación y asesinato de una prostituta rumana quien testificó en su contra tras ver sus imágenes y fotografías en medios locales, después de su detención.
Pero además de esas pruebas, la parte acusatoria alegó el intento de ocultamiento de información por parte de Chamba, quien en un primer momento dijo que al ser abordado por la policía dio a conocer sus antecedentes penales en Ecuador y un incidente en España en el que estuvo relacionado sobre tenencia de armas. Sin embargo, a lo largo del proceso se probó que el "monstruo de Machala" ocultó su pasado judicial hasta que cotejamientos entre la policía de España y Ecuador confirmaron que él era la misma persona sentenciada en Machala por asesinatos en serie.
Una sentencia de la que apenas cumplió siete años, pues se acogió al beneficio del 2x1, que rebajaba las penas de los presos con buena conducta a la mitad y recibió un año más de indulto debido al jubileo 2000, que otorgaba ese tiempo de gracia o perdón.
Información extraída de este enlace: https://es.wikipedia.org/wiki/Gilberto_Chamba
Fotos extraídas del enlace y Blogger : http://www.asesinos-en-serie.com/el-monstruo-de-machala/
Gilberto Antonio Chamba Jaramillo, (n. Machala, Provincia de El Oro, Ecuador, 1963), es un asesino en serie ecuatoriano apodado como "El Monstruo de Machala" por la brutalidad con la que asesinó a sus víctimas en la provincia de El Oro, en el sur occidente ecuatoriano.
El Monstruo de Machala.
Gilberto tras ser capturado por la Policía Ecuatoriana en 1993
Gilberto, llorando después de ser detenido por la Policía de España.
A día de hoy, se encuentra recluido cumpliendo condena en el Centre Penitenciari de Quatre Camins, en el Módulo 6.
Tras ser detenido en 1993, acusado del asesinato y violación de nueve mujeres y la violación de otras tres, Chamba pronunció estás únicas palabras:
Yo las violaba después de muertas, esa era mi satisfacción personal. Soy culpable y en esto he andado solo.
egún registran varios medios impresos en aquella época, Chamba contó a los policías cada uno de los pasos que siguió antes, durante y después de los crímenes.
Él era propietario de un taxi en el que desde 1988 hasta 1993 recorrió las calles de Machala en búsqueda de clientas. Todas debían cumplir con un patrón determinado: ser jóvenes, estudiantes y andar solas.
Los agentes que lograron su captura narraron que, dudosos de que Chamba fuera el verdadero asesino, trataban de confundirlo llevándolo a sitios distantes del lugar de los asesinatos; sin embargo, con una frialdad sorprendente, Chamba les corregía y les llevaba adonde violó y mató.
Una crónica de diario El País, de España, rescata el testimonio de Fausto Terán, un policía retirado que participó en la captura de "El Monstruo de Machala". «Según me confesó Chamba no practicaba penetración vaginal a sus víctimas. Prácticamente les ensartaba un instrumento similar a un bastón, que se había mandado fabricar expresamente. A muchas, las ensartaba con tal violencia que el instrumento salía por sus bocas», destacó.
Chamba fue condenado a 45 años de prisión.
Los agentes que lograron su captura narraron que, dudosos de que Chamba fuera el verdadero asesino, trataban de confundirlo llevándolo a sitios distantes del lugar de los asesinatos; sin embargo, con una frialdad sorprendente, Chamba les corregía y les llevaba adonde violó y mató.
Una crónica de diario El País, de España, rescata el testimonio de Fausto Terán, un policía retirado que participó en la captura de "El Monstruo de Machala". «Según me confesó Chamba no practicaba penetración vaginal a sus víctimas. Prácticamente les ensartaba un instrumento similar a un bastón, que se había mandado fabricar expresamente. A muchas, las ensartaba con tal violencia que el instrumento salía por sus bocas», destacó.
Condena en Ecuador:
De sus diez víctimas en el Ecuador, dos eran menores de edad. Y el testimonio de una trabajadora sexual, una de las dos mujeres que sobrevivió a sus ataques, sirvió para iniciar el proceso penal en su contra, que terminó con una sentencia de 16 años de prisión.
Migración a España[editar]
El 9 de noviembre de 2000, tras cumplir su pena y luego de limpiar su historial policial -un beneficio que solo es posible en el Ecuador-, Gilberto, quien hasta ese entonces estaba casado y tenía hijas con su esposa Mariela, decidió trasladarse a España. Un vuelo lo llevó hasta Ámsterdam y de allí se trasladó al aeropuerto de Barajas en Madrid, en donde lo esperaban dos de sus hermanas.
Desde entonces, Chamba realizó varios trabajos que variaron entre albañilería y portero de los vecinos del edificio en donde vivía con sus familiares y novias casuales.
Para septiembre de 2004, Chamba finalmente logró colocarse como cuidador de parking del complejo de entretenimiento Illa de l"Oci, situado cerca de la Facultad de Derecho, en la localidad de Lérida.
Allí cumplía no solo con funciones de cuidador, sino que además colaboraba con los dependientes que limpiaban las salas de cine.
María Isabel Bascuñaña, universitaria española a la que Gilberto violó y asesinó.
Los seis años de aparente tranquilidad para la familia de Chamba, quienes sufrieron de cerca su encierro en el Ecuador, terminaron cuando Gilberto fue detenido el 1.° de diciembre de 2004, acusado de haber violado y asesinado a María Isabel Bascuñana, una estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad de la localidad.
Bascuñana generalmente dejaba su coche estacionado en el parking del cine, pues temía la oscuridad.
La última vez que se la vio con vida fue la noche del 23 de noviembre. Sus padres hablaron con ella a las 22:00 aproximadamente, cuando les indicó que no iba a cenar en casa.
Su cuerpo fue hallado dos días después a pocas calles del cine. Tenía un pañuelo atado al cuello, algunas bolsas de basura trataban de esconder su cuerpo y había sido brutalmente violada.
Entonces surgieron varias hipótesis sobre su muerte. Algunas hablaban de un crimen pasional, otras de venganza, pero sus amigas dieron la clave para atrapar al presunto asesino.
Las pistas que lo delatan:
Dentro de las investigaciones realizadas por la policía española, se pudo recopilar testimonios de las amigas de María Bascuñana, quienes entregaron datos suficientes para que pudiesen detener a Chamba.
Según narraron a los agentes, María les había comentado que Chamba la acosaba sexualmente cuando iba a dejar o a retirar su vehículo del parking del cine. Esa versión fue complementada por las de otras muchachas que indicaron que regularmente Chamba les pedía sus números de teléfono con la excusa de que si llegaba a suceder algo malo con sus coches las llamaría inmediatamente.
Sin embargo, muchas de ellas recibieron llamadas de acoso sexual y la única explicación que encontraron es que el cuidador del parking realizaba las llamados. Dicha hipótesis se confirmó cuando los agentes encontraron el teléfono móvil de María. Tras realizar un registro de las llamadas entrantes y salientes horas antes y después de su violación y asesinato pudieron constatar que su victimario hizo dos llamadas a líneas en donde se ofertaba sexo telefónico. Las llamadas duraron entre cinco y seis minutos.
Esa fue una de las pistas que condujo a los agentes a considerar a Chamba como el principal sospecho de la muerte. Adicionalmente a ese dato, los agentes alegaron en el juicio haber encontrado en el interior de la guantera del vehículo de María, bolsas de basura similares a las que intentaban cubrir su cuerpo. Esas fundas eran muy similares a las que utilizaban las personas de limpieza de los cines para llevar los residuos. Inmediatamente relacionaron el hecho con Chamba, al ser él uno de los ayudantes de limpieza.En un primer momento Chamba fue detenido únicamente para investigaciones, pues sus compañeros de trabajo, quienes fueron llamados a declarar dentro del proceso, dijeron que no notaron nada raro la noche del crimen y que el ecuatoriano no se ausentó de su lugar de trabajo. Además las versiones de vecinos y conocidos de Chamba, todos a favor del asesino en serie y que daban cuenta de una buena conducta y amabilidad, lo desvirtuaban como el presunto autor de los hechos.
Sin embargo, las pruebas de ADN realizadas en los residuos de esperma encontrados en el cuerpo de la víctima incriminaron directamente a Chamba, quien adujo que la policía creó un complot para acusarlo. Según él los agentes tomaron una muestra de esperma de un preservativo que él había usado y luego los introdujeron en la vagina de María para señalar que él era el culpable.
Realizados los análisis y pruebas correspondientes, la Fiscalía desestimó ese argumento que fue el principal elemento incriminatorio del ecuatoriano, quien recibió una pena de 45 años divididos en 20 años por el crimen de la joven estudiante española María Isabel Bascuñana, otros 12 por su violación, al tiempo que le impusieron otros 13 años por el intento de violación y asesinato de una prostituta rumana quien testificó en su contra tras ver sus imágenes y fotografías en medios locales, después de su detención.
Pero además de esas pruebas, la parte acusatoria alegó el intento de ocultamiento de información por parte de Chamba, quien en un primer momento dijo que al ser abordado por la policía dio a conocer sus antecedentes penales en Ecuador y un incidente en España en el que estuvo relacionado sobre tenencia de armas. Sin embargo, a lo largo del proceso se probó que el "monstruo de Machala" ocultó su pasado judicial hasta que cotejamientos entre la policía de España y Ecuador confirmaron que él era la misma persona sentenciada en Machala por asesinatos en serie.
Una sentencia de la que apenas cumplió siete años, pues se acogió al beneficio del 2x1, que rebajaba las penas de los presos con buena conducta a la mitad y recibió un año más de indulto debido al jubileo 2000, que otorgaba ese tiempo de gracia o perdón.
Información extraída de este enlace: https://es.wikipedia.org/wiki/Gilberto_Chamba
Fotos extraídas del enlace y Blogger : http://www.asesinos-en-serie.com/el-monstruo-de-machala/
jueves, 2 de junio de 2016
Margarita Sánchez Gutierrez ( "La viuda negra de Barcelona")
Crónica Negra de España 13 :
Margarita Sánchez Gutierrez ( "La viuda negra de Barcelona").
Margarita Sánchez Gutierrez ( "La viuda negra de Barcelona").
Margarita Sánchez Gutierrez (Málaga, 26 de diciembre de 1953), alias "La viuda negra de Barcelona", y "La viuda negra de l´Hospitalet", fue una asesina en serie que recibió este nombre por el método que utilizaba para asesinar, de la misma forma que la famosa araña mataba a sus víctimas mediante un veneno, aunque con la diferencia de que ella lo ponía en comidas y bebidas que ofrecía a sus víctimas. Consiguió asesinar a cuatro personas y otras tres fueron intoxicadas pero lograron sobrevivir. Todas ellas eran personas próximas a ella entre las que se encontraban familiares y vecinos.
Dentro de los asesinos en serie, hay una denominación específica para las mujeres que asesinan, entre otros, a sus familiares más próximos. Se les conoce como “viudas negras”, en alusión a la especie de arañas que tienen la peculiaridad de devorar al macho después del apareamiento.
En España ha habido varias “viudas negras”, pero el caso más llamativo es el de Margarita Sánchez Gutiérrez, una malagueña nacida en 1953 que dejó, hasta su ingreso en prisión, un rastro de múltiples delitos.
La actividad delictiva de la que se dio en denominar la viuda negra de Barcelona o la viuda negra de Hospitalet, arranca en 1991. Aquel año se mudó junto a su marido y sus hijos a la casa de sus suegros. La excusa que dieron al vecindario fue la de ayudar a cuidar a su suegro que se encontraba convaleciente tras una operación cervical, la realidad era que habían sido desahuciados de su vivienda. Pero duró poco, un año después Luis Navarro fallecía sin que su muerte levantase sospechas. A partir de ese momento las relaciones entre Margarita y su suegra, Carmen Nuez, se fueron agriando.
Cuanto más duras eran las discusiones, generalmente por dinero, más seguidos eran los ingresos de doña Carmen en Urgencias por problemas y fuertes dolores de estómago. Los servicios médicos realizaron varias analíticas completas, pero no encontraron ningún resto de sustancias que pudieran explicar esas dolencias.
Pronto, ser vecino de Margarita empezó a convertirse en una actividad de riesgo. El 3 de agosto de 1992, una anciana que vivía a unas pocas manzanas falleció tras llevar un mes ingresada por un colapso sufrido mientras se encontraba sola en su casa. Durante el tiempo que estuvo ingresada, de su cuenta corriente desapareció un millón de pesetas. Pese a su apariencia de indigente, la fallecida dejaba una bien nutrida cuenta corriente, con otros 23 millones de pesetas que fueron donados a un cottolengo de la zona.
Unos días después, el marido de Margarita, Luis Navarro, sufrió un ataque en plena calle. Su muerte dos meses después llevó a la “viuda negra de Barcelona” a pedir una indemnización millonaria, que fue desestimada, a los servicios sanitarios públicos por considerar que no se le había atendido correctamente y con prontitud.
Su suegra, que cada día se encontraba peor de sus dolencias estomacales, aprovechó la muerte de su hijo para, con ayuda de una sobrina, expulsar de su casa a su nuera con sus dos hijos, que se trasladaron a casa de la hermana de Margarita. Desde ese mismo momento, como declaró posteriormente en el juicio, la salud de la suegra empezó a mejorar sin que los médicos encontrasen ninguna justificación.
Era el mes de mayo de 1993, y los problemas de salud llegaron al barrio de Hospitalet al que se había mudado Margarita. El primero en morir fue Manuel Díaz, el vecino del ático, al que nuestra protagonista visitaba asiduamente. Después, a mediados de agosto le tocó el turno a su cuñado, José Aracil, tras varios ingresos por molestias estomacales. A finales de mes, otro vecino de la zona, José Antonio Cerqueira, al que Margarita había invitado a una paella y un tinto con casera y, unos días más tarde entraba en coma otra vecina, Piedad Hinojo, que consiguió recuperarse tras meses de ingreso.
Timos, estafas y pufos.
El dia de su boda con Luis Navarro Nuez.
Pero la actividad delictiva de Margarita Sánchez no terminaba aquí. Junto a su hija, Sonia, recorría el metro, los comercios y las calles ofreciendo electrodomésticos a bajo precio, por los que cobraba una pequeña fianza que nunca devolvía, vendiendo objetos que no eran suyos y comprando a plazos los más diversos productos que jamás pagaba. Además, era conocida en todas las tiendas del barrio, y los próximos, por dejar cuentas pendientes que nunca abonaba.
En varios bancos pidió préstamos presentando como aval la nómina de su marido, fallecido meses antes. Jamás pagó un solo plazo. Pese a las denuncias, las descripciones y los artículos que llegaron a publicarse con sus actuaciones, la policía no era capaza de identificarla y detenerla. Y eso, a pesar de que tenía un físico muy marcado por un rostro en el que persistía un fuerte estrabismo, consecuencia de una enfermedad que padeció de pequeña y que le llevó a abandonar los estudios.
Su capacidad para timar y engañar contrastaba con su analfabetismo. Pero aún así, tuvo que esperarse a un golpe de suerte para que fuera detenida. Una mañana, su suegra y la sobrina que la había ayudado a expulsar de su casa a Margarita estaban haciendo una limpieza en profundidad de la casa. Al separar el armario de la habitación en la que había dormido “la viuda negra” encontraron varios documentos escondidos. Entre ellos la cartilla de ahorro de una de sus víctimas y algunas tarjetas de créditos sustraídas.
Periódico ABC 22-06-1996.
Operación policial para detenerla:
19 de Junio de 1996.
La Policía montó un operativo completo del Grupo de Homicidios, poniendo a sus diez agentes a trabajar en el caso. Con las pruebas que tenían, no lograrían una condena judicial. Empezaron una seguimiento diario de su actividad, sobre todo para saber cómo había causado la muerte de sus víctimas por envenenamiento sin que los médicos lo detectasen.
El dossier con información era cada vez más extenso en comisaría, y llevaba por título: “Margarita: un cóctel explosivo”. Finalmente el operativo dio resultado y consiguieron averiguar el fármaco que utilizaba para los envenenamientos. La Policía ha guardado en secreto su nombre porque sigue en uso. Lo achacó a que, según los informes de toxicología ese medicamento debe ser tomado en cantidades muy grandes para ser letal, pero es incompatible con cardiopatías, diabetes o insuficiencia respiratoria.
Con las pruebas suficientes, solicitaron al juez un registro en la casa en la que vivía junto a su cuñada y allí encontraron un auténtico botín de sus fechorías: joyas, artesanía, dinero en efectivo, documentación y propiedades de sus víctimas. Dos días después del registro, Margarita Sánchez y su hija Sonia, menor de edad, fueron detenidas.
El juicio fue muy polémico. La defensa de Margarita planteó su vida como una pesadilla: padres y marido alcohólicos, infancia traumática por sus defectos físicos, penurias económicas, prácticamente analfabeta,… Finalmente, consiguieron una condena muy reducida: 34 años de cárcel por tres delitos de lesiones, otros tres de robo con violencia y un delito de falsedad documental.
Fue absuelta de los delitos de envenenamiento al no contenerse la sustancia que compraba en la farmacia, cianamida, en los informes forenses. Además, consiguió convencer al jurado popular de que los envenenaba para robarles, no para asesinarles, lo que le libró de una condena mayor.
Texto de Juan E. Pflüger.
Información y textos extraídos de estos Enlaces : http://www.gaceta.es/reportajes/asesinaba-robaba-queriendo-10042014-2023
martes, 19 de enero de 2016
Anuncio Peugeot 205.
Anuncio Peugeot 205 en 1985.
(Periodico Mediterraneo)
El Peugeot 205 es un automóvil de turismo del segmento B producido por el fabricante francés Peugeot entre los años 1983 y 1998. Es un hatchback de tres y cinco puertas, aunque también hubo una versión cabriolé de dos puertas y una versión furgoneta.
En torno a sus 3,7 metros de largo por poco más de 1,5 metros de ancho se han creado numerosos clubs de fans que lo idolatran con pasión. Después de su salida al mercado, aún se guarda un cariño único, un aroma a primer amor, una sensación de diversión que muy pocos coches han sabido reproducir.
España fue uno de los países donde mejor aceptación logró el Peugeot 205 y muchos lo sintieron como un vehículo propio. Y es que el 205 español, fabricado en la factoría de Villaverde (Madrid) tenía una particularidad. Dado que montaba un motor Simca/Talbot de mayor tamaño que el original francés, los ingenieros responsables de la fabricación del vehículo en España tuvieron que añadir un pequeño abombado al capó delantero. Esta pequeña diferencia, que no afectó en absoluto a las prestaciones del vehículo, gozó de un gran éxito y en 1985 fue nombrado Coche del Año en nuestro país.
Aunque dejó de fabricarse en 1998 para dar paso al Peugeot 206, es fácil encontrar muchos 205 por cualquier parte y en perfecto estado. La salida al mercado del Peugeot 208 no hace sino confirmar que esos genes del 205 no se han perdido, y que las nuevas generaciones tienen todo el derecho a disfrutar de un coche que hizo historia y que nos llevó al fin del mundo.
Información extraídas de estos enlaces :https://es.wikipedia.org/wiki/Peugeot_205
Peugeot 205 cabriolet 1993.
Peugeot 205 tipo Furgón.
Salpicadero.
En 1998 fue sustituido por el 206.
En el 2010 el 206 dejo de fabricarse.
El 207 fue fabricado desde el 2005 hasta el 2012.
Actualmente se fabrica el 208.
domingo, 23 de marzo de 2014
Manuel Meliá Fuster (Don Pío).
A pesar de su temprano fallecimiento en 1994,el recuerdo del humorista valenciano Don Pío perdura en la memoria de muchos valencianos, gracias a su sensacional sentido del humor, y a su original estilo como humorista, intercalando palabras en Lengua Valenciana y expresiones muy valencianas en sus chistes, protagonizados en muchas ocasiones por personajes valencianotes, como Ramonet, Motoret o los Retors (curas).
Manuel Meliá Fuster, el verdadero nombre de Don Pío, nació en Valencia en 1951. A principios de los 80 salta a la fama gracias a sus actuaciones como humorista en numerosas salas de fiesta valencianas, lo que le llevaría a grabar varias de sus actuaciones en cassette, que se editarían en la colección "Chistes populars valencians", así como en un "Grandes éxitos de Don Pío".
Ya famoso, es contratado por Televisión Valenciana, interviniendo en diversos programas de la emisora, entre los que destaca su aparición en "Rialto Bar", donde tenía su espacio fijo semanal, así como en los especiales navideños de Canal 9. En la década de los 90 su éxito se extiende por toda la península, gracias a sus colaboraciones en el concurso de Televisión Española "No te rías, que es peor", llevando su valencianía a toda España.
Era también asiduo colaborador de la antigua Radio Color, hoy Onda Cero Radio, en la que participaba como comentarista en las retransmisiones de los encuentros del Valencia Club de Fútbol (retransmisiones que eran dignas de escuchar, por cierto). Precisamente, el Valencia CF era una de sus grandes pasiones, como socio y como seguidor incondicional. Además, tenía amistad con algunos futbolistas y ex-futbolistas del Valencia, entre los que se encontraba Mario Alberto Kempes.
Un triste 25 de junio de 1994, Don Pío nos dejaba para siempre, tras sufrir un infarto en el Bar 501 de Valencia, al que acudía todos los sábados desde que era un chaval.
En el paseo ajardinado de la Gran Vía Fernando el Católico, frente al número 33, se levanta desde el día 1 de junio de 2.013 en que fue inaugurado, un busto conmemorativo a Manuel Meliá Fuster, humorista valenciano conocido popularmente como Don Pío. El busto realizado en bronce por el escultor de Navajas (Castellón), Manuel Rodríguez Vázquez, se levanta sobre un monolito en cuyo frontal figuran los escudos de la ciudad de Valencia y de la Casa del Artista. En el mismo frontal una leyenda dice: Homenaje / de los artistas valencianos / a / Manuel Meliá Fuster / DON PÍO / 1951 - 1994.
En uno de los laterales del monolito una placa en mármol oscuro relaciona detalladamente todos los personajes e instituciones que han colaborado en la financiación del busto, comenzando por su hermano Pepe Meliá y el Ayuntamiento de Valencia. Sigue una larga relación de empresas comerciales que no es necesario citar. Al final figura la fecha 2013. Don Pío nació en valencia en 1951 y falleció el 25 de junio de 1994 siendo un humorista muy conocido y querido, que hizo frases famosas que han pasado a la memoria colectiva de los valencianos.
Información extraida de este ENLACE.
Don Pío en la Feria de Valencia 1993.
Foto Particular.
Gran Vía Fernando el Católico, frente al número 33.
Fotos Particulares 2014.
Video de finales de los 80 en un programa especial Navideño.
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