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lunes, 6 de junio de 2016

Córdoba

Córdoba
 Parroquia de San Lorenzo. 
Plaza de San Lorenzo 1976.
Todocolección.
Córdoba
 Parroquia de San Lorenzo. 
Plaza de San Lorenzo ca.2016.
Córdoba
Vista interior de la Parroquia.
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Iglesia_de_San_Lorenzo_(C%C3%B3rdoba).jpg



La parroquia de San Lorenzo se encuentra en el barrio de la Ajerquía. Se fundó en una mezquita del arrabal de Almunia de al-Muguira. Con el paso del tiempo el edificio fue transformándose con añadidos y reformas, presentando actualmente, tras un largo proceso de restauración iniciado en 1956, una estructura gótico-mudéjar compuesta de tres naves. La capilla mayor presenta dos tramos, uno recto y otro poligonal, cubierto con bóvedas de crucería con espinazo. Posiblemente, el elemento más significativo de la iglesia, y el que le sirve de identificación, sea el último cuerpo de su torre, realizado por Hernán Ruiz "el Joven", en 1555.
Las pinturas murales se localizan en la capilla mayor, siendo una de las mejores obras que se conservan en Andalucía de pintura al fresco de influencia italiana, del siglo XIV. Descubiertas en 1966, habían sido tapadas en las reformas efectuadas en 1687, tras el incendio del templo. Aunque en ellas se desarrolla el ciclo de la Pasión, se completa con la Anunciación y una galería de santos y profetas. En las enjutas del arco triunfal aparecen la Virgen y el arcángel San Gabriel, con el Padre Eterno en la clave del arco.

Decoración de la bóveda del presbiterio
En el ábside, en un primer registro, entre las ventanas, aparecen, en falsas hornacinas polilobuladas, los santos y profetas. Entre ellos se encontraba San Lorenzo, desaparecido al ampliarse la ventana central en una de las restauraciones efectuadas en el edificio. En el registro superior se desarrolla el Ciclo de la Pasión con las escenas del Prendimiento, Juicio ante el sumo sacerdote, Jesús con la cruz a cuestas, Crucifixión, Entierro de Cristo y Resurrección. A estas hay que unir, las pinturas existentes en la bóveda que cubre dicho espacio, pobladas de ángeles y serafines, en un magestuoso rompimiento de gloria.
En la ejecución de las mismas tuvieron que intervenir, al menos, dos artistas, según se desprende del análisis de las composiciones y el tratamiento de volúmenes. Uno de ellos fue el encargado de las escenas narrativas y de los ángeles. En éstos, las figuras son de tamaño natural, realizados los perfiles de los contornos con trazos muy finos y delgados. Los colores son aplicados mediante trasparencias, utilizándose una gama cromática más viva para los ángeles. Ambos conjuntos tuvieron aplicaciones en oro, hoy perdidas. Los fondos utilizados son neutros. En cambio, el grupo de los santos se encuentran ocupando hornacinas, siendo sus figuras mucho más volumétricas y distinto el tratamiento de los rasgos físicos.