Francisco RIBELLES, grab. y
Vicente LLUCH, dib. (1780-1812).
Vista de la Gloriosa defensa de la ciudad de Valencia
en el punto de Santa Catalina contra el ataque de los
Franceses el día 28 de junio de 1808.
Grabado calcográfico. Ca. 1808 y 1812.
Archivo José Huguet.
El reducto levantado al pie de la desaparecida torre de Santa Catalina, que reforzaba la muralla entre las puertas de Quarte y San José, fue determinante en el fracaso del asalto francés a Valencia.
Guarnecido por la Milicia Provincial de Soria y el batallón de Tiradores del Reino, y artillado con 4 cañones servidos por marineros del Grao, sus fuegos de flanco impidieron al enemigo acercarse al portal de Quarte,
en el centro de la imagen.
Mandaba el reducto el teniente coronel Firmo Vallés; «y al ejemplo de este bravo oficial –cuenta Martínez Colomer– crecía el valor en todos los que guarnecían la batería, llegando a subir sobre ella y provocar a los enemigos con los pañuelos, que tremolaban en el aire».
El artista se hace eco de esta última anécdota representando a un defensor agitando el pañuelo ante sus atacantes; y evoca la convicción de los valencianos de que debieron su victoria a la intercesión divina, con la inclusión de la Virgen de los Desamparados recibiendo los ruegos de sus atribulados hijos
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