Nombre: Salier
Tipo: Vapor mixto carga y pasaje
Nacionalidad: bandera Alemana (Bremen) Armador: bandera Norddeutscher Lloyd.
Fecha del hundimiento: 8 de diciembre de 1896
Tripulación: 281
Víctimas: 281
Causa: Embarrancado durante un temporal.
Localización: Basoñas, Corrubedo. Porto do Son.
En estos astilleros ingleses se construyó el Salier en 1875.
El Salier era un vapor de línea que transportaba carga y pasaje entre Europa y América del sur. Eran los años de la emigración al nuevo mundo. El barco, que tenía 108 metros de eslora, contaba con un casco de hierro. Había sido construido en 1875 por la Earle’s SB & E Co. en Hull (Inglaterra). Había salido del puerto de Bremen y, tras hacer escala en A Coruña, se dirigía a Vigo para viajar luego a La Plata.
El pasaje estaba compuesto por emigrantes rusos, polacos y gallegos, en su mayoría. Había zarpado de A Coruña el día 7. A primeras horas del día 8, con muy malas condiciones de mar.
Fotografía del SS Salier, trasatlántico alemán de 107 metros
de eslora hundido en los bajos de Corrubedo.
En la madrugada del martes 8 de diciembre de 1896 el SS Salier, trasatlántico alemán de más de 3.000 toneladas, se hundió en los bajos de Corrubedo conocidos como As Basoñas, frente a Porto do Son. Iba a ser su último viaje con la Norddeutscher Lloyd, la poderosa naviera teutona, dueña de una flota transoceánica que abarcaba todo el orbe. No hubo supervivientes. No hubo testigos. La noche simplemente se lo tragó, ¡glup!, en medio de la travesía. Había zarpado de A Coruña en la tarde del lunes con destino a Vilagarcía: un itinerario que los navíos del mismo porte solían transitar en siete u ocho horas. Dado que no llegaba, la casa consignataria (hijos de José García Reboredo) telegrafió desde la localidad arousana para cercionarse de su salida. En vista de la respuesta el nerviosismo empezó a cundir…
S.S. Salier en 1874.
Cosa curiosa, entre los cientos de periódicos nacionales que hemos consultado no hallamos en los días 9 y 10 ni una sola referencia al Salier ni a su desaparición. Pero no sucede lo mismo con la prensa británica, en la que al menos dos cabeceras (el South Wales Earth y el Evening Express) ya informan en sus ediciones verpertinas del jueves 10 que la agencia Press Association había recibido a las 10.40 un telegrama desde Hamburgo en el que la Lloyd’s Agency, casa aseguradora de formidables tentáculos, presagiaba una posible tragedia. Preguntados al respecto, Mssrs. Keller, Wallis and Company, que eran los agentes en Londres de la Norddeutscher Lloyd, arguyen no saber nada. Eso sí, los lectores de las islas pueden irse a dormir tranquilos: en el viejo buque no navegaban súbditos de Su Majestad.
S.S. Salier en 1874.
El viernes 11 todo cambió. Decenas de noticias confirman el siniestro. Y no sólo en España —donde el suceso es relatado con más o menos detalle y exactitud en El Correo Gallego, Gaceta de Galicia, La Iberia, La Unión Católica o El Imparcial— sino también en muchos otros países como Holanda —Algemeen Handelsblad—, Alemania —Berliner Börsen-Zeitung—, Gales —Evening Express, South Wales Echo—, Italia —La Stampa—, Inglaterra —Leeds Mercury, Morning Post, London Daily News— y hasta los Estados Unidos —Iowa State Bystander, The Evening Bulletin, The Evening Star—. Más nos llama la atención que al día siguiente, 12 de diciembre, la información aparezca en las recónditas Australia (The Argus, The Adelaide Observer) y Nueva Zelanda (The Wairarapa Daily Times, Auckland Star), algo para lo que ha tenido que remontar varios husos horarios igual que el salmón un río antes de desovar y morir, serpeando por los cables telegráficos submarinos. Una proeza de las telecomunicaciones en el paleolítico preInternet.
22-12-1896.
La Ilustración española y Americana.
Biblioteca Nacional de España.
Muchos titulares son demoledores. «Terrible naufragio», «Enormous loss of life», «Great Disaster at Sea», «Catastrophe Maritime». El buque había llegado a las costas españolas con 67 tripulantes y 162 pasajeros, la mayoría rusos y polacos que buscaban poner tierra de por medio con los esbirros del zar. En Coruña se subieron otros 51 emigrantes (40 gallegos, 10 asturianos y un leonés), además de un cocinero, saldando así la cuenta de 281 ocupantes. Quedaban dos escalas más —Vilagarcía y Vigo— antes de partir a sus últimos destinos: Montevideo y Buenos Aires.
El Salier tenía una longitud de 107 metros (le saca 37 al Air Force One) y una manga de casi 12. Su arqueo era de 3.214 toneladas y su velocidad de 13 nudos. Contaba con una sola chimenea y dos mástiles. Había sido construido por la compañía inglesa Earle’s Shipbuilding & Engineering Co. Ltd. en Kingston upon Hull, una histórica ciudad de tamaño medio situada en la región de Yorkshire, al norte de Inglaterra.
Información extraída de estos enlaces: https://cabocorrubedo.com/2016/12/08/salier/
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