17 Fallecidos.
El 16 de agosto de 2005 se produjo un accidente de helicóptero a 20 km al sur de la ciudad de Herat, en el noroeste de Afganistán, donde murieron 17 soldados españoles. Este fue el segundo desastre aéreo en que muere un gran número de soldados de España que estaban en Afganistán, tras el accidente del Yak-42 en Turquía.
A las 11:01 (hora afgana) un helicóptero Cougar (matrícula ET-6591), que participaba en una operación de integración del Ejército de Tierra español dentro de la misión de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (abreviado ISAF, del inglés International Security Assistance Force), informó haber visto una columna de humo negro en un valle al sur de Herat, que acabó correspondiendo a un impacto de otro Cougar contra el suelo (matrícula ET-657). Todos a bordo fallecen.
El exministro de Defensa, José Bono, homenajeando a las víctimas helicóptero
Cougar, accidentado en Afganistán.
Doce de los fallecidos pertenecían al regimiento Isabel la Católica de la Brilat, con base en Pontevedra y los otros 5 procedían de Sevilla. Cinco militares que viajaban en otro helicóptero resultaron heridos al intentar hacer un aterrizaje de emergencia para auxiliar al aparato siniestrado. Eso último es inexacto, los dos helicópteros se separaron, con una colina que no permitía que se pudieran ver, cuando el primer helicóptero cayó, provocó un ruido de la caída y a causa del impacto la munición comenzó a explotar, ocasionando que el piloto del segundo helicóptero al pensar que estaba siendo atacado, buscó donde tomar, lo hizo como pudo, literalmente tirando el helicóptero al suelo, provocando heridas en la tripulación a causa del aterrizaje brusco.
A última hora del día se trasladaron en algunos vehículos del Ejército hasta la base Camp Arena, en Herat, los cuerpos de los 17 militares. Totalmente inexacto, si se observan las fotos del primer helicóptero, no pueden quedar cuerpos, los primeros en llegar fueron CSAR del ejército del aire medicalizados. La base se encuentra bajo mando español, a unos 22 km de donde se produjo el siniestro. Hasta el lugar se trasladaron desde España especialistas para realizar las pruebas de identificación de los cadáveres, en un viaje encabezado por el entonces ministro de Defensa José Bono.
Fotografía de Álvaro Ballesteros.
Los últimos datos sobre las supuestas causas del accidente, en palabras de José Bono, indican que el helicóptero siniestrado superó la cima de una colina a poca altura del suelo y, después, contactó con el suelo, debió perder el control y el aparato perdió parte de su estructura, fuselaje y combustible. Cayó entre cincuenta o sesenta metros más allá, donde se incendió y ese fuego provocó que ardiera el combustible. El impacto se habría producido con el tren delantero, después con el trasero y después con toda la panza.
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