Grabado del Monasterio de Valdecristo 1931.
Periódico Las Provincias.
Monasterio de Valdecristo 2017.
Foto particular.
La primera comunidad cartujana integrada por seis monjes llegó a Valldecrist en 1385, la fundación de este monasterio había sido impulsado por el entonces infante Martí (en 1396 se convertiría en rey de la Corona de Aragón), que anteriormente había obtenido los pertinentes permisos tanto de la Santa Sede como de la Cartuja. El infante Martí adquirió las tierras donde se iba a levantar la nueva cartuja, donde en ese momento existían tres masías que los monjes llegados de Escaladei utilizaron hasta que levantaron el nuevo monasterio. Uno de esos caseríos se utilizó después como conrería, desde donde se administraría la economía de la casa. Martí tenía relación con la orden de la Cartuja y especialmente con el monje Bernat Çafàbrega, uno de los integrantes de la primera comunidad.
Las primeras construcciones se hicieron a finales del siglo XIV, se trataba de un claustro alrededor del cual se distribuían seis celdas y la iglesia de Sant Martí, consagrada en 1401. Seguidamente, ya cuando Martí era rey, comenzó la construcción de la gran cartuja, alrededor del claustro Mayor se distribuían un total de veinticuatro celdas y a poniente de este se construyó la iglesia y el pequeño claustro de la Cisterna con el refectorio y la sala capitular, entre otras dependencias comunes.
La vida de la cartuja se vio afectada por los trastornos propios del siglo XIX , comenzando por una ocupación y expulsión de la comunidad a raíz de la guerra de la Independencia (1810), una exclaustración temporal entre el 1820-23 en el marco del Trienio Liberal y la expulsión definitiva en 1835 con la desamortización, que conllevó la dispersión de los bienes muebles y la destrucción de la mayor parte de las construcciones. Tras años de abandono, Valldecrist ha comenzado una nueva época de preservación y restauración de los restos que aún se conservan.
Información extraída de este Enlace.
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