Poco después conoció al también actor José María Rodero, con quien contrajo matrimonio en el 1947, y juntos emprendieron una gira artística por Buenos Aires con las obras Plaza de Oriente, Los endemoniados, Dulcinea y El caso de la mujer asesinadita.
Efectuó algunas incursiones en el mundo del cine, con películas como Los millones de Polichinela (1941), Esa pareja feliz, Bienvenido Mr. Marshall y Plácido (estas tres últimas a las órdenes de Berlanga), Un día perdido, de Forqué, Manicomio, de Fernando Fernán Gómez y La colmena (1982), de Mario Camus.
Volvió al teatro para protagonizar la obra de Chéjov La gaviota, tras lo cual hizo una serie para la televisión, titulada Escuela de maridos; también para la pequeña pantalla interpretó Una mujer de su casa y Ecos de sociedad (1977). La última obra que interpretó, de nuevo para en el teatro, fue Enrique IV, de Pirandello, con motivo del homenaje que se hizo a Azucena Hernández.
Elvira Quintillá, la maestra de Bienvenido, míster Marshall, en cuyo rodaje coincidieron. El papel de esta última fue considerablemente recortado por culpa de la inmisericorde censura de la época, primeros años 50 del pasado siglo. Fue una gran actriz, aunque las nuevas generaciones nada sepan de ella. Entre otras cosas porque en 1993 había decidido ya retirarse del mundo artístico.
Una faceta ya olvidada en Elvira Quintillá es la de cantante. En 1960 se presentó al Festival de la Canción de Benidorm, logrando el primer premio con la melodía Comunicando.
Ya en su madurez, Elvira Quintillá reapareció en los escenarios. Fue el año 1981 cuando repuso en el Centro Cultural Villa de Madrid la ya mencionada comedia de Benavente Los intereses creados, donde Rodero incorporó el papel de Crispín. Muerto su esposo, ella volvió a representar la misma función, once años después. Y al año después, como dijimos, se retiró ya definitivamente.
Descanse en paz quien fue una actriz de exquisita sensibilidad.
Fernando Fernán Gómez y Elvira Quintillá-Esa pareja feliz 1951.
Bienvenido Mr Marshall 1952.
Elvira Quintilla y Luis García Berlanga. 1996.
Autor Pipo Fernández.
Alicante 2001.
Descanse en paz.
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